Cuando un delay te delata
La calidad de la llamada habla de tu empresa
Cuando recibimos una llamada comercial, en la inmensa mayoría de los casos, se produce un delay (retardo) hasta que el comercial empieza a vendernos el servicio. Este delay te delata. A continuación del embarazoso silencio, solo roto por nuestro ¿hola?, ¿hola?, viene esa llamada no requerida, donde nos van a vender algo. Empieza el proceso de comunicación entre la empresa y el usuario final: la calidad de la llamada habla de tu empresa.
La mayoría de estas empresas, gran parte utilities, dejaron atrás los números largos o números ocultos, al ver que el ciudadano, en cuanto los veía, directamente no cogía la llamada. Ahora este problema técnico, el famoso delay que se produce en la conexión telefónica con el consumidor, también les está delatando, y desconocemos si hay muchas personas que al ver que la llamada tarda tiempo y nadie habla, directamente cuelgan. Desde Comunica Mejor desconocemos cuál es el problema técnico que se produce cuando desde una central de llamadas, que representa a grandes, muy grandes compañías, no consiguen conectar rápidamente con el usuario, del mismo modo que una llamada entre particulares. La calidad de la llamada habla de tu empresa, y obviamente la llamada persona a persona está resultando más ágil que la llamada maquina persona (M2P).
Una oferta comercial plagada de problemas técnicos
Estos problemas técnicos, que son la primera puerta de entrada al cliente, empiezan con un problema de comunicación o de imagen de marca. Más si cabe si el que llama es una operadora de telecomunicaciones como: Movistar, Orange, Vodafone, Jazztel, MásMóvil, Yoigo, etc…. Además del delay, muchas veces no se oye bien, hay ruido de fondo, o se corta la llamada. ¿Me voy a cambiar a un operador donde la propia llamada se está produciendo en muy malas condiciones?
Trágate mi oferta, yo no te escucho!
Además de la forma, está el fondo, donde los niveles de intensidad o agresividad de la oferta comercial, pueden llegar al punto donde lo que quieren es que el consumidor se rinda y acepte sus condiciones. En muchos casos se produce la desagradable “conversación” donde manifestamos nuestro desacuerdo, no nos interesa, nuestras dudas o reticencias, y la venta comercial se traduce en un interrogatorio de “tercer grado”, para tratar de convencernos que necesitamos su producto o servicio a toda costa, cuando hemos dicho por activa y por pasiva que no nos interesa. Muy mala praxis.
Comercializadoras, operadoras y otros agentes del mercado, en sus procesos de ventas, podrían reflexionar un poco sobre el fondo y la forma en su toma de contacto con el posible consumidor. Incluso en la tan deseada diferenciación de mi competencia comercial, el secreto radique en cambiar mi forma de comunicarme, por ejemplo, siendo más amables, escuchando al usuario, y estableciendo una comunicación más personal y asertiva.
Para empezar, llamen a un técnico que arregle el delay, que les delata.
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